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26 ene 2008

Tiesto y mi cumpleaños

El sábado 19 de Enero fue el concierto de Tiesto en el Foro Sol de la Ciudad de México. Me había enterado varios días antes e incluso en una reunión previa con unos amigos, varios lamentaban no haber podido conseguir boletos. Hasta ese momento no me preocupé por ello y no creí que pudiera ir (aunque no lo lamentaba tanto como ellos), hasta que llegó el viernes y recibí una llamada de un amigo, Carlos Alberto (con ambos nombres como le gusta identificarse) Ruiz, invitándome al concierto. El escribe en una revista que patrocinó el evento y de ahi consiguió las cotizadas entradas. Antes de ir al concierto pasamos a una fiesta familiar a recoger a sus primos y después de unos Whiskies (quienes me conocen saben que no es mi bebida favorita pero no la podía rechazar) nos enfilamos al foro sol, haciendo tiempo para llegar en buen momento pues sabíamos que Tiesto tocaría a las doce. Al llegar a las 11:30 nos dimos cuenta que ya estaba tocando el mismísimo Tiesto y se empezaba a prender el asunto en lo que nos movíamos entre la muchedumbre para lograr un mejor lugar. A decir de los expertos y de quienes lo vieron al año pasado en la Plaza de Toros México, esta vez trajo más producción en un show con luces y pantallas que sincronizaban sus proyecciones con los beats, pero con la desventaja que en áquel lugar, la Plaza de Toros, la visibilidad había sido mejor. Para muchos de los asistentes era evidente que Tiesto es el mejor DJ del mundo, otros como yo preferimos a Van Dyk, pero según la encuesta reciente para el año 2007 de la prestigiosa Revista Dj Mag, los resultados fueron los siguientes:


1. Armin Van Buuren


2. Tiesto


3. John Digweed


4. Paul Van Dyk

Lo que es de llamar la atención es que de esos 4, 3 estaban tocando en México los mismos días, Van Buuren en Puebla, Tiesto en el DF y Van Dyk en Cancún. Eso por sí sólo y sin ser experto en música electrónica, da a entender que México está en los primeros planos de audiencia de la escena electrónica. Recuerdo que meses atrás que conocí al famoso Dj mexicano LBM en la Casa de Villa (La Paz, BCS), me decía que tanto Tiesto como Van Dyk tenían grata impresión de México e incluso Van Dyk se había casado en Cancún y comprado casa ahí. Hace algunos años, también, para ser exactos en el 2002, en el evento Dj Dance Acapulco, el Dj Mijangos explicaba como la escena electrónica poco a poco iba dejando lo underground y algunos años despúes ya podemos atestiguar su fuerte convocatoria para eventos masivos. Es por ello que he sentido gran simpatía por la música electrónica pues se me figura la escena underground del rock mexicano en la década de los 80 y su vacilante pero inevitable paso a logar mayores espacios y públicos. Recuerdo los momentos de prohibiciones donde se hacían tocadas clandestinas en lugares sin permiso ni condiciones adecuadas, en estacionamientos, patios, bodegas o en antros (como el famoso Tutti Frutti de Lindavista) donde estabas a expensas de una redada. De ahi pues se empezaron a abrir espacios en sitios de instituciones como la UNAM, la UAM, el IMSS y el CREA que ya brindaban más calidad y formalidad a las presentaciones y como consecuencia de ello, primero a la Radio y muy tardíamente a la TV no les quedó de otra que aceptar al Rock en eapañol y luego al Rock mexicano, finalmente, y pues de ahi a disfrutar lo que se vive ahora que es la mejor época, de lejos, del Rock nacional en audiencia, ventas, popularidad, calidad, cantidad y variedad de propuestas.


Y bueno, regresando al concierto, fue así que entre pláticas, remembranzas, chelas y brincos (pues hacia tanto frio que aunque uno no quisiera bailar por lo menos había que brincar para atemperar la noche), como dice la canción de Sabina nos dieron las 10 y las 11 y las 12 y de repente Carlos Alberto me felicita y abraza por mi cumpleaños. Hasta ahi advertí que pasaban minutos de las 12 y con un brindis festejamos el aniversario. La música y las chelas siguieron hasta las 4 y media de la mañana y de ahi emigramos porque el viento frio no menguaba y las rodillas y pies ya dolían de los saltos repetidos (Además que fue mala idea llevarme los jeans habituales para conciertos pues por sus aberturas se colaba el frio). Pude conciliar el sueño tan solo 3 horas porque mi mamá llegó puntual a la casa para invitarme a desayunar a las 9 y después de departir en dicho agasajo me regresé a dormir hasta la tarde. Al despertar tomé conciencia que ha sido el único cumpleaños que he pasado en un concierto desde las primeras horas del día y además que no me deprimí, como venía siendo costumbre desde muchos años atras.

¡Salud por un año más!

 
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