De lo último que reseñé hace un mes fue de mi visita a Zacatecas donde tuve el gusto de ver las nuevas y excelentes instalaciones de Bravo's Pizza por lo que felicito al Ing. Javier Murillo por su gran ánimo emprendedor. Tiempo también hubo para reunirme con Pedro (aún no me acostumbro a llamarlo Pire de primera instancia) e intercambiar planes y proyectos entre un sabroso buffet en el centro de ese espléndida Ciudad. De regreso por carretera optamos por quedarnos en la ciudad de León para no manejar más noche y porque también quería saludar a mi gran amigo Eduardo Zuñiga pero no pude contactarlo en los números telefónicos que traía, deje mensajes pero no hubo respuesta, así que tuve que comer sin él e ir en compañía de Mario a un bar-billar del centro. No mucho que haga cambiar mi opinión de la ciudad de León fue lo que ví. Si ha crecido mucho, hay más plazas comerciales y edificios, pero al venir directamente de Zacatecas no pude evitar la comparación y lo que a Zacatecas le sale por cada poro en León simplemente no existe: cero actividades culturales, claro hablando de valor artístico y social no circuitos comerciales y de élites "culturales". Plazas vacías en la noche (plazas urbanas no las comerciales que estan llenas de gente comprando y comparándose), sin alma, sin sustancia, faroles tristes, placas de descripción de las mismas sin lectores, kiosko solitario, traunsentes huidizos. ¿Donde están Zacatecas, Oaxaca, Morelia, Tijuana o Veracruz y toda su vitalidad? ¡Que aquí parece otro país tan lejano! El bajío se nos queda atrás, el resto del país debe jalar a esa región atornillada a la complaciente mediocridad y contarles que nos enfrentamos a un siglo XXI con diferentes paradigmas, que ya no podrá ser el imperio del norte nuestro modelo a seguir.
De regreso al DF me confirman como nuevo destino la Perla de occidente y con sólo 2 días de reposo me interno de nuevo por la carretera haciendo una parada en Toluca para pasar al Restaurante Ardanzale y de ahi directo a Guadalajara. Disfrutando de esos días en la ciudad Tapatía me enteran de la confirmación de mi vuelo a Cancún por lo que debo volver para salir vía Toluca a Cancún. Esa noche me quede en el City Express que está al lado del Aeropuerto de Toluca, el cual es bastante recomendable por su servicio y cercanía, por lo que agradezco a la membresía de Entretenedor.com el haberme conseguido la reservación, pues el Hotel parece que siempre esta proximo al lleno. Otra ventaja de este Hotel es que al lado está el Toks de la Plaza Senderos y pues asi pude disfrutar de su excelente carta (por cierto recomiendo ampliamente los Chiles en Nogada para esta temporada, no se pueden perder de ellos) pues el Hotel carece de algo decente como para comer ahí.
Al otro dia, un transporte del Hotel me llevó al Aeropuerto mientras Mario regresaba con mi carro al DF. Era la primera vez que volaba con Volaris más no la primera que utilizaba este aeropuerto pues ya lo había hecho otras veces con Interjet. Ahora ya pusieron en operacion unos camioncitos que llevan de la sala al Avión y no como antes que practicamente se subía uno directa de la puerta al Avión, cambio que significa más tiempo de proceso. Llegando a Cancún me esperaba ya James Tobin con quien comí en el excelente restaurante Flamingos de Punta Sam en la parte continental de Isla Mujeres, obviamente después de tratar los negocios que me llevaron al paraíso de Cancún. Horas después me reuní con mi hermano y pudimos charlar algo antes de regresarme a Toluca y encontarme con la lluvia copiosa y el gélido viento. Tome el shuttle de Volaris a Santa Fe y descubri que fue un error porque esa carpa que hace las veces de terminal tiene goteras y se cuela el aire por todas partes, creo que la dupla Azcárraga-Slim tienen el suficiente dinero como para exigirles que mejoren las instalaciones y no tener que andar saltando los charcos para tomar el taxi entre otros inconvenientes.
Al volver supe de la cancelación de un viaje a Acapulco, el cual era el último contemplado, así que esta saga puede considerarse como terminada por lo que espero retomar los distintos asuntos que he dejado apilarse en la pendientez, aquel estado límbico de los asuntos que dejamos para tiempos mejores y que cargamos en la conciencia como bultos en la espalda.
Salud y brindis por reencontrame en mis actividades usuales.