El Domingo 11 de mayo tuvo lugar el segundo concierto de la banda metalera alemana Helloween, la cual es una de mis 3 favoritas, en el llamado Circo volador de la Ciudad de México. Para quienes no han oido hablar de este lugar o no lo conocen, les platico que era uno de los grandes cines de la extinta cadena COTSA y se llamaba Francisco Villa, de hecho el letrero y la cartelera aún pueden verse. Si piensan que lo adaptaron para ser sala de conciertos, les diré que únicamente retiraron las butacas en la primer sección y ya. Sin embargo, por la inclinación propia de un cine y su disposición sonora como auditorio, resulta muy buena experiencia oir un concierto de metal ahí. Siendo exigentes, extraña uno el seguidor desde atras y las proyecciones de videos, pero... ¡las chelas están baratísimas a 20 pesos!, sólo que hay que hacer una gran fila, comprobar mayoría de edad con credencial del IFE y bajar al vestíbulo pues no pasan vendiendo entre los pasillos. Otra cosa que si se debe exigir es que utilicen el aire acondicionado con que cuenta el ex-cine, o si no funciona pues que lo reparen porque se encierra mucho calor después de 2 rolas de estar brincando y los hijos de la noche tenemos que desprendernos de varios atuendos negros para mitigar la temperatura.
Es la segunda ocasión que la banda de la calabaza diabólica viene a México, la primera fue en el 2005 presentando el Keeper of the seven keys part 3: The Legacy, en el mismo Circo volador, y al cual no fui porque me enteré una semana después. En esta oportunidad presentaron su más reciente producción Gambling with the devil, como parte del Hellish Rock Tour, acompañados de Gamma Ray, que también tiene su propia leyenda de varios años. De hecho el fundador de Gamma Ray, Kai Hansen, es también uno de los fundadores de Helloween, su primer vocalista y compositor de grandes éxitos de la banda. Como a Kai se le complicaba cantar y tocar la guitarra, sólo cantó en los primeros 2 discos y dejó su lugar como vocalista a Mike Kiske, quien se integró al grupo a los 18 años para participar en la joya del Heavy Metal: Keeper of the seven keys part 1, que hacía evidente al mundo entero que lo que tocaba este grupo iba más allá del metal de ese entonces, por la rapidez de ejecución, por lo que fue llamado Speed Metal o Power Metal y por la epopeya que narraba en lo instrumental y en las letras, con lo cual surge el término Metal épico, así también, que pueden considerarse como precursores del Metal Progresivo, que después desarrollarían bandas como Dream Theater. Después del ingreso de Kiske, Kai se dedicó a componer y tocar la guitarra hasta 1988, cuando salió de la banda para formar su proyecto personal: Gamma Ray, donde volvía a tocar y cantar a la vez. Por eso, esta gira era imperdible para los fans de Helloween, pues era la oportunidad de volver a ver a Kai Hansen tocar y cantar de nuevo con los demás integrantes de la calabaza metalera, aunque fuera una sóla canción para cerrar el concierto en perfecta comunión: I want out. Actualmente ya tampoco esta Kiske en la banda, para mí el mejor vocalista que ha tenido el grupo, y su lugar ha sido ocupado por Andy Deris desde 1994 a la fecha. Por cierto que por una inflamación en la garganta de Deris se pospusieron los conciertos que iban a dar en Chihuahua y Guadalajara, los cuales se reprogramaron para cuando termine su gira en gringolandia, por alla de Octubre, lo que nos dará chance a los verdaderos fans de volverlos a ver.
Recomendable es lanzarse a alguno de esos conciertos para oir Future World, Dr. Stein, I want out, Ride the sky, if I could fly, Keeper of the seven keys, Halloween y demás prendidas cuan exquisitas rolas. Así que desde ahora estoy apuntado para ir, por quien se anime, ya saben que estoy puesto.
¡Muchos años más para festejar que el metal de la Calabaza siga vivo!