Como el titulo lo indica, quiero recomendar la película documental del mismo nombre y recordar de esa forma el FRAUDE (así con mayúsculas por su dimensión histórica) en las elecciones presidenciales en México 2006. Lo anterior no sólo por masoquismo sino por aquel sabio refrán que dice: "Pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla", yo agregaría que no sólo basta conocerla sino aprender de ella. Ya pasó una vez en 1988 cuando le robaron la presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas y de nueva cuenta cuando se la quitan a AMLO para ungir a FECAL.
Regresando a la película de Luis Mandoki, que no es de política ficción como cínicamente menciona el infame Salinas de Gortari, y tratando de apartar lo más posible la subjetividad personal, es un trabajo sumamente serio y profesional, emotivo pero sin maniqueos y con una linea muy inteligente. Le haría bien a mucha gente verla en pantalla grande y enfrentarse a esa realidad que no han querido aceptar o desconocen olímpicamente, por ello invito a toda la gente de la identidad partidista que sea, a que traten de verla con un sentido de critica constructiva hacia el tema principal, porque el trabajo creativo y de edición creo que estan fuera de toda discusión, pues Mandoki refirma su gran oficio y sentido social como en anteriores trabajos.
Ha sido documentado, y de hecho daria material para otro documental fílmico, la serie de problemas y dificultades creadas para la producción, distribución y exhibición de esta película por las presiones de varios grupos de poder, desde el gobierno, empresarios e iglesia (por las bellas imágenes de Norberto Rivera bendiciendo a Salinas de Gortari y otras escorias), así como funcionarios y empleados menores que por iniciativa propia pretenden quedar bien con sus jefes. Aún con eso, la recaudación ha sido mucho mayor de lo admitido y ha rebasado por mucho a los churros eternos de hollywood y comparándose con los niveles de películas que gozan de un aparato inmenso de promoción y distribuición. Eso ya por sí solo es un mérito pero no quedará ahí, pues tal como aconteció con el documental del Sr. López, la idea es que se distribuya de manera personal para que más gente la vea como una piratería gris, admitida e incluso alentada por su creador, el propio Mandoki. Y conste que no estamos hablando de un video equis o de una producción deficiente, sino de una producción profesional que visitará los certámenes y muestras más importantes de su género alrededor del mundo.
He leído críticas muy buenas, algunas que exigen una linea más definida o dirigida hacia ciertos puntos de vista, que reclaman otras opiniones dentro de la misma película, pero finalmente es un trabajo artístico con elementos sociales y no al revés, por tanto no coincido con hacer peticiones pues es la labor personal del director y no un trabajo colectivo que aún así no daría gusto a todos. Algunos perennes disconformes como Julio Hernández de la Jornada comenta que se excedió el tiempo de la entrevista a López Obrador y que faltó pasar más emotividad y fuerza de los reclamos y sentimientos de la gente. Eso para mí sería caer en el melodrama y provocar la descalificación automática, se debe tener más respeto para la dirección y sino le gusta pues que haga algo distinto para Astillero TV, no caería mal otro trabajo pero tendría que estar consciente que sería para otra audiencia, no tan general pero sí más comprometida aunque limitada.
No es mi intención contar detalles de la película, únicamente recomendarla como algo imperdible en estos tiempos de derechas obtusas con pretensiones totalitarias. Donde surgen reyecitos que que se exhiben como excelentes pensadores del siglo XVIII; donde hay merolicos que "escriben" libros en el idioma del patrón (por supuesto con ayuda de amanuenses de la editorial) para recetarnos una serie de axiomas de cómo pudo ser pero no fue y por lo que México siguió igual tirando a peor en el sexenio del cambio; donde hay presidentes espurios que son llevado al poder por las oligarquías nativas y extranjeras, donde el fascismo se internacionaliza y descara en expresidentes y dirigentes de partidos de derechas clericales. ¡Que Dios nos salve de ellos! pero que no nos mande pecadores suntuosos como Pedro Picapiedra, perdón se llama Norberto Rivera, para auxiliarnos en la maltrecha fé, apropiándose y disponiendo de nuestra Catedral.
Mejor nos vemos en el Cine, les recomiendo la experiencia!