Después de una semana fuera del DF con días en Acapulco (donde tuve la fortuna de contar con la gran hospitalidad de una excelente persona como Pedro Contreras y su esposa Carmen, a quienes agradezco las atenciones de grandes anfitriones) y otros tantos de descanso en Cuernavaca, analizo ciertas noticias que se gestaron esos días. Una sobre todo: La masacre de un campameto de las FARC en territorio ecuatoriano por milicias colombianas, con el ingrediente extra de haber saldo fatal de ciudadanos mexicanos en él. El hecho de por sí reprobable en términos de civilidad diplomática, aún con los agravantes delincuenciales que fueran, por invadir un país extranjero merecen un fuerte extrañamiento o condena de la comunidad internacional.
Hagamos los siguientes supuestos:
1. Si Estados Unidos hubiera traspasado la frontera nacional, como lo ha hecho de manera soterrada en anteriores ocasiones, con un brutal ataque aereo y bombardeo contra una base de narcotraficantes, por poner un ejemplo, uno esperaría mínimo que el gobierno mexicano reclamara por todos los medios y a todas las instancias internacionales, aún y cuando los muertos fueran únicamente extranjeros, por el solo hecho de estar en territorio nacional.
2. Si el estado mexicano despliega tropas anti disturbios para dispersar una revuelta social y en ella muere un ciudadano estadounidense, como ya ocurrio en Oaxaca, uno esperaría que EUA nos reclamara y exigiera una investigación a las autoridades respectivas.
Ambos puntos están en lo medianamente razonable o esperable. Sin embargo, parece que al actual inquilino de los Pinos no razona ni medianamente en términos esperables. En Ecuador han ocurrido los dos supuestos anteriores contra ciudadanos mexicanos y nuestro gobierno no ha atinado a condenarlos. El primer punto se debio condenar con prontitud con base al derecho internacional y en solidaridad a un pueblo latinoamericano, más aún, después de saber que hubo decesos de mexicanos, se debió entonces exigir una explicación e investigación al país agresor, en este caso Colombia, y turnar el caso a la OEA con el liderazgo que, a pesar de Fox, le queda al país en latinoamerica.
Pues resulta que nada de eso ha hecho FECAL (llamaremos siempre asi en este blog al ciudadano impostor de los Pinos) mas que alinearse a las simpatías USA que comparte con el "demócrata"(vaya vacilada que dijo George WC Bush) Alvaro Uribe. Ante esa falta de definición y vacío de poder, presta para llenar esos huecos la televisión nos llena con tesis, que repiten los medios impresos, sobre ligas de las FARC con la UNAM y el IPN en México. La televisión convertida en el máximo jurado del país culpa a los estudiantes muertos y heridos en Ecuador de actividades subversivas, cuando por otro lado defiende hasta rasgarse las vestiduras de las buenas conciencias, la inocencia del gachupin Mouriño y sus contratos ilegales en PEMEX con el argumento de la inocencia hasta la prueba de lo contrario. Dos medidas diferentes en cada caso, evidentemente.
Mi amiga Zulma me preguntaba que porque este tema me pegaba tan notablemente y le contesté más o menos lo siguiente durante una comida en el restaurante Estragon:
1. Hay una ignorancia tremenda sobre la participación histórica de mexicanos en movimientos sociales iberamericanos.
2. Como estudiante universitario que asistes a un congreso, seminario, simposium o cualquier evento de caracter social, te interesa conocer de primera mano las expresiones reinantes en esa comunidad.
3. Si como estudiante siempre te has preocupado por las cuestiones de justicia social, equidad, tolerancia, sustentabilidad regional, ecología y respeto a las diferentes etnias.
4. Al término de dicho evento, se puede presentar la oportunidad de quedarse unos dias más para conocer mejor y documentar las investigaciones y trabajos propios. Muchas veces motivado por la cooperación y auspicio de gente local.
5. Si las relaciones mismas que vas construyendo te llevan a poder reunirte y conocer de viva voz las razones e ideologías de grupos contrarios al régimen que se mueven algunos al margen de éste, corres ese riesgo porque eres joven, con ideales vigorozos y una sed de conocimiento mayor a cualquier temor.
Todo esto lo puntualizo porque fue parte de lo que viví en Centroamerica y muy particularmente en El Salvador, donde me pudo pasar exactamente algo similar a lo sufrido por mis compatriotas en Ecuador. Por ello afirmo que no por haber estado ahi tienen que ser guerrilleros, subversivos o miembros de grupos armados. Al concederte una entrevista estos grupos por lo regular te llevan con diferentes conexiones y en varios tramos con los ojos vendados para que no puedas ubicar el lugar. A diferencia de los grupos delincuenciales, con los que siempre los engloban y confunden a propósito las agencias de inteligencia, a éstos les interesa aparecer en los medios que se pueda y difundir sus luchas, sus ideales y su existencia misma.
Para terminar yo si quiero lanzar una condena al gobierno transgresor de Colombia y su presidente marioneta de Bush, igual que FECAL, por el ataque artero a ciudadanos mexicanos en territorio ecuatoriano.
¡Solidaridad con los pueblos latinoamericanos!
